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La mejor guía independiente de Lisboa
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Marzo lleva a Lisboa a un momento de transición, en el que los cielos grises del invierno dan paso gradualmente a los días azules y luminosos que definen el carácter de la ciudad.
Este mes pilla a la capital en un momento único, todavía lo suficientemente tranquila como para sentirse auténticamente portuguesa, pero ya con las primeras pinceladas de la energía primaveral. Para los viajeros, es la última oportunidad de visitar los monumentos sin multitudes y de disfrutar de la vida de barrio antes de que la Semana Santa marque el verdadero inicio de la temporada turística.
Las ventajas de visitar Lisboa en marzo son tangibles: las tarifas de los hoteles se mantienen en niveles casi invernales, en las galerías de los museos se oyen pasos tranquilos en lugar del bullicio de los grupos de turistas, y los lisboetas todavía superan en número a los visitantes en las tascas tradicionales de Alfama.
El tiempo, aunque mejora, es algo a tener en cuenta: las mañanas soleadas pueden dar paso a aguaceros por la tarde, y las temperaturas que son agradables al sol se vuelven frescas en cuanto anochece. Sin embargo, cuando marzo regala uno de sus días perfectos, podrías encontrarte solo en un mirador o explorando los palacios de Sintra bajo un cielo totalmente despejado.
El éxito de tu viaje en marzo dependerá de un itinerario flexible que planifique actividades tanto para días soleados como lluviosos. Esta guía te mostrará cómo adaptarte al tiempo impredecible de marzo para que aproveches lo mejor del inicio de la primavera sin dejar de estar preparado para el ocasional regreso del invierno.
Lisboa tiene atardeceres maravillosos en marzo. Este es el paseo marítimo Ribeira das Naus, con vistas al estuario del Tajo
Marzo marca la impredecible llegada de la primavera a Lisboa, con un tiempo que puede ser tanto deliciosamente soleado como sorprendentemente lluvioso.
La temperatura máxima media durante el día en marzo sube hasta unos agradables 19 °C (66 °F), mientras que la mínima nocturna se mantiene en unos suaves 11 °C (52 °F). Aunque la ciudad disfruta de unas 7 horas de sol al día, todavía hay una media de 10 días de lluvia, que dejan un total de 53 mm de precipitación.
La característica clave del tiempo en marzo es su variabilidad. El tiempo en Lisboa a menudo cambia en ciclos de dos a tres días, lo que significa que tu viaje podría coincidir con un período de glorioso sol primaveral o con una racha de tiempo gris y húmedo procedente del Atlántico.
Una ventaja importante de visitar Lisboa en marzo es que los días son más largos, lo que te da bastante más tiempo para explorar la ciudad. En los días despejados, el sol calienta de verdad, ofreciendo el primer anticipo real del verano que se acerca tras los meses más fríos del invierno.
Dato curioso: Lisboa suele tener uno de los mejores climas de las grandes ciudades europeas en marzo, lo que la convierte en una excelente opción para una escapada urbana a principios de primavera.
Marzo es un mes fantástico para visitar Lisboa, ya que ofrece una mezcla de actividades que se adaptan a todas las condiciones meteorológicas. A continuación, te presentamos algunos planes imprescindibles para tu visita:
• Alfama y Castillo de San Jorge: Sube por el laberinto histórico de las calles de Alfama hasta el punto más alto de la ciudad, el Castillo de San Jorge. Después de explorar la antigua fortaleza árabe y sus murallas, vuelve a bajar por los callejones empedrados del barrio para descubrir patios ocultos y miradores
• Barrio de Belém: Descubre el patrimonio marítimo de Portugal en este grandioso barrio a orillas del río. Visita la icónica Torre de Belém y el magnífico Monasterio de los Jerónimos, ambos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, antes de probar los originales pasteles de nata en Pastéis de Belém, fundado en 1837 – Guía de Belém
• Tranvía 28: Disfruta de un viaje en este tranvía histórico que serpentea por los barrios con más carácter de Lisboa. La ruta es muy popular, por lo que viajar en la temporada más tranquila te permitirá disfrutar de una experiencia más cómoda y de una mejor vista de los barrios antiguos de la ciudad.– Tranvía 28
• Los miradores: A medida que los días de primavera se alargan, dirígete a uno de los famosos miradores de la ciudad. Lugares como el Miradouro de Santa Luzia, con sus preciosos azulejos y buganvillas, son perfectos para apreciar la luz del atardecer sobre el casco histórico.
• Excursión de un día a Sintra: Escápate al pueblo de cuento de hadas de Sintra, un paisaje cultural Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Lo más destacado es el colorido Palacio da Pena, un fantástico ejemplo del Romanticismo del siglo XIX. En un día primaveral despejado, sus terrazas en lo alto de la colina ofrecen unas vistas panorámicas increíbles de la costa.
• Una actuación de fado: Vive una velada de Fado, la emotiva y expresiva música tradicional portuguesa. En los barrios históricos de Alfama o Bairro Alto, encuentra una auténtica casa de fados para escuchar a grandes cantantes interpretar canciones sobre el destino y la nostalgia
• Oceanário de Lisboa: Uno de los acuarios más impresionantes de Europa, famoso por su diseño único. El enorme tanque central representa un único océano global, lo que te permite ver tiburones, rayas y otras especies de mar abierto en un entorno impresionante e inmersivo.
• LX Factory: Descubre el lado contemporáneo de Lisboa en este antiguo complejo industrial del siglo XIX, hoy reconvertido en un centro de creatividad. Este espacio es ahora un hervidero de diseñadores independientes, artistas callejeros, tiendas de concepto y restaurantes innovadores.
Los chubascos pasajeros del inicio de la primavera son la excusa perfecta para refugiarte y descubrir algunas de las atracciones más inolvidables de Lisboa.
El Museo Calouste Gulbenkian alberga una colección privada de primer nivel mundial que abarca desde objetos del antiguo Egipto hasta arte impresionista. Para una experiencia puramente portuguesa, el Museo Nacional del Azulejo te descubre la fascinante historia de la azulejería del país en un antiguo convento. El Museo Nacional de Carruajes presenta una espectacular colección de ornamentados carruajes reales. El magnífico Oceanário de Lisboa es un acuario de primer nivel mundial, famoso por su enorme tanque central, que crea de forma brillante la ilusión de un único y vasto océano.
Para una experiencia más interactiva, el museo inmersivo Quake recrea vívidamente el gran terremoto de Lisboa de 1755 a través de impresionantes exposiciones. También podrías pasar una tarde en la LX Factory, un centro creativo donde los antiguos almacenes albergan tiendas de diseño independientes, galerías de arte y restaurantes únicos. Otra gran opción es apuntarte a una clase de cocina portuguesa, donde podrás aprender los secretos de los platos locales o dominar el arte del pastel de nata perfecto.
Ir de compras es otra forma excelente de resguardarse del mal tiempo. Si buscas cientos de tiendas bajo un mismo techo, dirígete al gran Centro Comercial Colombo. Para una experiencia más tradicional, explora las elegantes boutiques y las históricas librerías del barrio de Chiado. Por último, un día de lluvia es el momento perfecto para encontrar un asiento en el famoso Tranvía 28 y ver pasar los barrios más antiguos de la ciudad desde la comodidad de tu asiento, a salvo del agua.
Marzo ofrece precios fantásticos en el alojamiento, pero los mejores sitios son los primeros en agotarse. Introduce tus fechas en el mapa de abajo para ver los precios en tiempo real y la disponibilidad en toda la ciudad.
Booking.comEste itinerario de seis días ha sido planificado teniendo en cuenta el tiempo variable de marzo, combinando actividades tanto en interiores como al aire libre para aprovechar al máximo tu visita, sin importar el tiempo que haga. El plan equilibra los lugares históricos más importantes de Lisboa con atracciones culturales y experiencias locales. Reserva la excursión de un día a Sintra para el día más soleado.
Día 1: Alfama y Baixa
Comienza tu aventura en Lisboa en el antiguo distrito de Alfama, donde las estrechas calles empedradas serpentean por el barrio con más encanto de la ciudad. Sube al imponente Castillo de São Jorge para disfrutar de vistas panorámicas, luego visita la Catedral de Lisboa, de aspecto fortificado, antes de hacer una parada en el mirador de Graça (Miradouro da Graça). Completa la mañana a bordo del encantador Tranvía 28, que traquetea por estos barrios históricos.
Por la tarde, baja hasta la Baixa, el grandioso centro de Lisboa. La magnífica Praça do Comércio se abre como una gran puerta de entrada a la ciudad, mientras que la cercana Plaza del Rossio está rodeada por la arquitectura pombalina que surgió de las cenizas del terremoto de 1755. Pasea por la bulliciosa vía peatonal de Rua Augusta, sube al ornamentado Elevador de Santa Justa y brinda por tu primer día con una copa de ginja, el licor de cereza tradicional, en el pequeño bar A Ginjinha.
Día 2: Belém
El encantador distrito de Belém se extiende a lo largo de la orilla occidental del estuario del Tajo, el lugar donde comenzó la Edad de Oro de los Descubrimientos de Portugal. Este barrio costero mantiene una profunda conexión con la "Era de los Descubrimientos" del siglo XV, cuando los navegantes portugueses zarparon desde estas mismas costas para explorar aguas desconocidas en todo el mundo.
Comienza tu exploración en el magnífico Monasterio de los Jerónimos, cuya elaborada cantería manuelina cuenta la historia de la riqueza marítima de Portugal. Cada intrincada talla fue financiada con las fortunas del comercio de especias, creando uno de los ejemplos más espectaculares de Europa de este estilo arquitectónico genuinamente portugués. Desde aquí, camina hacia la icónica Torre de Belém, la fortaleza que en su día vigiló el estuario.
El imponente Padrão dos Descobrimentos rinde un merecido tributo a los grandes exploradores y visionarios de la época, con su impresionante silueta apuntando hacia los horizontes que se atrevieron a cruzar. Completa tu visita con los pastéis de nata originales en Pastéis de Belém, donde estas deliciosas tartaletas de crema se elaboran siguiendo una receta secreta que se mantiene intacta desde 1837.
La histórica Torre de Belém del siglo XVI en la orilla del río Tajo.
Día 3: Excursión de un día a Sintra
Sintra se considera la mejor excursión de un día desde Lisboa, y marzo ofrece la oportunidad perfecta para explorarla en su momento más tranquilo. Planifica esta salida con flexibilidad, eligiendo el día con el pronóstico meteorológico más favorable.
Comienza la mañana en el extraordinario Palacio da Pena, donde la arquitectura caprichosa se fusiona con unas vistas impresionantes. Los colores vibrantes del palacio y sus opulentos salones crean un telón de fondo de cuento de hadas sobre las colinas de Sintra. Después de almorzar, aventúrate en la enigmática Quinta da Regaleira, donde misteriosos túneles y encantadores jardines te invitan a explorar.
Si el tiempo lo permite, Sintra ofrece aún más tesoros: sube a las evocadoras ruinas del Castillo Morisco para disfrutar de vistas panorámicas, pasea por el histórico Palacio Nacional de Sintra con sus características chimeneas gemelas, o descubre el esplendor exótico del Palacio de Monserrate, de inspiración árabe. Con tal riqueza de lugares de interés, muchos visitantes acaban planeando una segunda visita para apreciar plenamente todo lo que Sintra tiene que ofrecer.
Transporte: Sintra está conectada con Lisboa por un tren regular y económico.
Día 4: Alcântara, Estrela y Bairro Alto
Comienza el día en Alcântara, donde la innovadora LX Factory muestra el renacimiento creativo de Lisboa en edificios industriales reconvertidos. Este vibrante centro cultural está repleto de boutiques independientes, galerías de arte y cafeterías de moda, que capturan el espíritu contemporáneo de la ciudad. Desde aquí, dirígete al refinado barrio de Estrela para admirar la imponente Basílica da Estrela, cuya gran cúpula domina el horizonte de la zona y ofrece una ventana a la auténtica vida moderna de Lisboa.
Pasa la tarde explorando Bairro Alto, el barrio bohemio famoso por su transformación nocturna. Comienza con un encantador recorrido a bordo del funicular Elevador da Bica y luego visita la sorprendentemente ornamentada Igreja de São Roque, cuyo modesto exterior oculta un impresionante interior barroco. Cuando el día llegue a su fin, acércate al mirador de Santa Catarina para presenciar uno de los atardeceres más espectaculares de Lisboa.
Al caer la noche, Bairro Alto revela su verdadero carácter, cuando sus calles estrechas se llenan de lisboetas y visitantes. La legendaria vida nocturna del barrio se desborda desde los acogedores bares hasta las calles empedradas, creando una energía contagiosa que se mantiene incluso en la temporada más tranquila de marzo.
Día 5: Excursión de un día a Setúbal o Cascais
Tu segunda excursión te ofrece dos experiencias portuguesas distintas, cada una gratificante a su manera.
Setúbal es un auténtico puerto pesquero situado al sur de Lisboa que te permite sumergirte en la vida marítima tradicional. Esta activa ciudad portuaria celebra su herencia marinera con excepcionales restaurantes que sirven la pesca fresca del día, mientras que su centro histórico y su bullicioso mercado diario desprenden un genuino carácter local.
Como alternativa, si el tiempo en marzo acompaña, la elegante Cascais ofrece un encanto completamente diferente. Esta sofisticada ciudad turística combina a la perfección la grandeza de la Belle Époque con acogedoras playas de arena y un auténtico ambiente portugués. Antiguo retiro real, Cascais mantiene su carácter refinado gracias a sus avenidas arboladas, excelentes marisquerías y hermosos paseos costeros que definen el atractivo atemporal de la Riviera portuguesa.
Transporte: Tanto Setúbal como Cascais son fácilmente accesibles en tren.
Día 6: Parque das Nações y Príncipe Real
Comienza tu último día descubriendo la cara futurista de Lisboa en el Parque das Nações, donde el legado de la Exposición Universal de 1998 sigue demostrando la ambiciosa visión de la ciudad. Este llamativo distrito costero representa un audaz contraste con los barrios históricos de Lisboa, con su elegante arquitectura contemporánea que crea una experiencia urbana completamente diferente. Lo más destacado sigue siendo el espectacular Oceanario de Lisboa, uno de los acuarios más impresionantes de Europa, perfecto para cualquier clima en marzo.
Por la tarde, dirígete al próspero distrito de Príncipe Real, conocido por su vibrante oferta gastronómica y sus tiendas de lujo. Toma el encantador tranvía número 24 hasta Amoreiras y maravíllate con la ciudad desde el impresionante mirador que hay en lo alto de sus torres. Concluye tu viaje por Lisboa en el prestigioso Museo Calouste Gulbenkian, cuya impresionante colección -que abarca desde tesoros antiguos hasta obras maestras modernas- pondrá el broche de oro cultural a tu aventura portuguesa de una semana.
La vista desde la cima de la torre Amoreiras.
Al ser temporada intermedia, marzo es el mes ideal para encontrar ofertas de viajes a Lisboa.
La clave para encontrar los mejores precios en vuelos radica en la planificación estratégica y la flexibilidad. Reserva tus vuelos con al menos tres meses de antelación y elige salidas de martes a jueves, cuando la demanda es considerablemente menor. Los vuelos de fin de semana suelen ser más caros, ya que los turistas compiten por los asientos.
Consejo útil: En las aerolíneas de bajo coste, reserva siempre un vuelo por la mañana o a primera hora de la tarde, ya que los retrasos y cancelaciones suelen producirse por la noche debido a la acumulación de incidencias durante el día.
Marzo es un momento ideal para encontrar ofertas en hoteles de gama media y alta. A menudo, pueden encontrarse reducciones de última hora o promociones especiales de hoteles que intentan llenar sus habitaciones, con descuentos frecuentes de entre el 30 % y el 40 %. Sin embargo, encontrar estas ofertas requiere paciencia y comparar precios en múltiples plataformas de reservas. Reserva también habitaciones que sean totalmente reembolsables por si encuentras una oferta mejor o un hotel más conveniente.
Lisboa en marzo ofrece un clima suave, aunque a veces impredecible, por lo que es esencial pensar bien qué meter en la maleta. Vestirse por capas es la estrategia más práctica para el tiempo variable que te encontrarás.
Mete en la maleta prendas básicas de algodón o lino, como camisetas y pantalones ligeros, para los momentos más cálidos del día. Sin embargo, el tiempo en marzo puede ser cambiante, así que incluye camisas de manga larga y un par de jerséis finos para cuando bajen las temperaturas.
Una chaqueta impermeable de calidad es esencial, ya que los chubascos en marzo son comunes y pueden llegar sin previo aviso. Elige una que sea transpirable, porque el terreno montañoso de Lisboa y sus calles empedradas te obligarán a caminar bastante. Un calzado cómodo es absolutamente crucial para explorar la ciudad con comodidad.
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